Publicidad
Aquí fue…

Conoce el Ex Convento de Acolman. Cuna de la navidad mexicana

Publicidad
Publicidad

Ubicado a una hora de la Ciudad de México, y sólo quince minutos de la zona arqueológica de Teotihuacán; se encuentra un majestuoso inmueble conventual: el ex convento de San Agustín de Acolman.  

El cual, fue construido por la orden de San Agustín a partir de 1539, que es considerado por muchos, la joya del plateresco en América.

Abarca 2.5 hectáreas entre construcción y espacios abiertos; y posee dos plantas con dos claustros de diferentes estilos arquitectónicos, donde podrás imaginar la vida que se llevaba en el convento. Incluso en una de las celdas puedes ver la ambientación que tenían en su época de esplendor, así como un vestigio de la cocina, un lavabo y una tina.

Lo más representativo de este complejo y que no puedes dejar de admirar es su pintura mural, que es de las más antiguas conservadas en América Latina.

Así como su cruz atrial de manufactura tequitqui. Es decir, manifestaciones artísticas realizadas por los indígenas luego de la conquista española. Una fusión de arte mesoamericano con europeo.

Además, no dejes de admirar en el cubo de las escaleras, el mural de la virgen lactante del siglo XVIII, y la pintura de la capilla abierta, dedicada a Santa Catarina de Alejandría.

Cabe mencionar que desde 1921 funciona como museo y en 1933 fue declarado monumento histórico.

 Pero no sólo eso, pues este ex convento es considerado la cuna de la navidad mexicana. ¿Por qué motivo?

Se puede hablar de que en Acolman nacieron prácticamente las posadas; y es que estas tienen como antecedente las misas de aguinaldo, en las que se obsequiaban colaciones a los indígenas que asistían.

Estas misas, se permitieron celebrar en la Nueva España por intercesión del prior de Acolman en 1587, fray Diego de Soria, a través de la bula que expidió el Papa Sixto V para realizarlas en la iglesia de Acolman.

Estas debían celebrarse durante nueve días previos a la fecha del nacimiento de Jesús; es decir, del 16 al 24 de diciembre de cada año, y en ellas se obtenían indulgencias plenarias y remisión de los pecados para los asistentes.


Su objetivo era atraer a la religión cristiana a los habitantes del valle de Acolman. La coincidencia de estas misas con la festividad prehispánica del nacimiento de Huitzilopochtli, ayudaron a convertirla en una ceremonia cristiana.

En el siglo XVI, se sumarían las representaciones teatrales, hoy llamadas pastorelas como medio evangelizador.

Sería también en Acolman donde empezaría la historia mexicana de las piñatas de picos hace más de cuatro siglos. ¿Interesante verdad?

 Visítalo de lunes a domingo en un horario de 9:00 a 17:30 horas. El costo de acceso es de $70 pesos.

¿Lo has visitado? Cuéntanos tu experiencia.

Publicidad
Claudia Gámez IG @clausgamez

Comunicóloga de profesión, aventurera de corazón y viajera por convicción; amante de investigar los rincones de mi país, sus sabores, artesanías, historia y su gente. De viajera a viajero: "Vive una vida que valga la pena ser recordada".

Entradas recientes

Lánzate al pachangón de aniversario en el CENART. Hoy cumple 30 años

¿Sabías que el 22 de noviembre de 1994 se inauguró el Centro Nacional de las…

20 horas atrás

Ugly Sweater: El origen de estos suéteres de Navidad

Su popularidad se dio en la década de los 2000, y con más fuerza a…

1 día atrás

BrillaFest 2024. Fechas y horarios en Atlixco, Puebla

¿Estás listo para disfrutar la temporada navideña? ¡La magia ha comenzado! Prepara las chamarras, gorros,…

3 días atrás

¿Por qué las galletas de jengibre son una tradición navideña?

¿Qué es lo primero que viene a tu mente cuando escuchas la palabra navidad. Árboles,…

5 días atrás

Regresa la expo de Ana Frank a la CDMX

La muestra consta de 10 salas, con fotografías, objetos, intervenciones, y la recreación de su…

7 días atrás

Ya viene la feria de la piñata en Acolman. Lugar donde nacieron las posadas

¡Campana, sobre campana, y sobre campana una…! Los villancicos ya empiezan a desempolvarse y es…

1 semana atrás
Publicidad