Cuando mencionamos la palabra Acapulco, siempre vienen a nuestra mente imágenes como playa, piñas coladas, albercas, palapas y centros nocturnos, pero pocas veces pensamos en su lado histórico, por lo que hoy queremos hablar del Fuerte de San Diego, la fortaleza marina más importante del Océano Pacífico, construida en el siglo XVII y ubicada en el corazón del viejo Acapulco.

Un espacio que explica como el puerto se convirtió en el corazón del comercio entre España y Oriente, cuando el explorador Andrés de Urdaneta propuso a Acapulco como el destino propicio para emprender el viaje en la Nao de China desde Filipinas, por su gran bahía y clima.

El fuerte fue construido para proteger a la ciudad de los ataques piratas, y más tarde fue tomado también, por José María Morelos en agosto de 1813 para la causa independentista.

Fotografía: Secretaria de Turismo de México

La edificación cuenta con una singular traza geométrica en forma de pentágono o estrella de 5 picos, en cuyas salas encontrarás una interesante colección de  piezas representativas del intercambio comercial que se dio durante dos siglos entre Oriente y Filipinas, como la seda, plata, arte, marfiles, mobiliario y porcelana, así como piezas prehispánicas que dan cuenta de los primeros pobladores de Acapulco y sus influencias de las culturas maya y olmeca.

El Fuerte de San Diego, se ubica en la calle Hornitos y Morelos s/n, centro. Visítalo virtualmente en la siguiente página: https://www.inah.gob.mx/paseos/FuerteSanDiego/index.html