Fotografía: www.cdmx.gob.mx.
La noche del 25 de mayo de 1918, cambiaría la historia cultural de nuestro país para siempre, con la inauguración del Teatro Esperanza Iris.
Anhelo de la cantante que lleva su nombre, quien luego de su divorcio de Miguel Gutiérrez en 1913 y la pérdida de dos teatros, decidió comprar en 1916, por 224 mil pesos, el Teatro Xicoténcatl; un edificio de madera en Donceles, junto a la entonces Cámara de Diputados. (La Revolución Mexicana aún se encontraba en su fase final, por lo que pocas personas estaban dispuestos a invertir).
Tiró aquel edificio y en mayo de 1917 comenzó la construcción del que se convertiría en el teatro más importante de la Ciudad de México por 15 años.
El programa inicial de la inauguración, dio inicio con la interpretación del Himno Nacional y la presentación de la ópera vienesa “La duquesa de Bal Tabarín”. Entre sus asistentes se encontraba el recién electo presidente de México, Venustiano Carranza.
La ópera marcaría la historia del teatro en sus primeros años; en la década de los 30, con la llegada de la radio y el cine en México, los programas se adaptaron a las nuevas exigencias con presentaciones de burlesque, revistas musicales y sala cinematográfica, adaptando su nombre en 1934 a Cine-Teatro Esperanza Iris.
Fue la inauguración del Palacio de Bellas Artes el 29 de septiembre de 1934, quien le quitaría todo el protagonismo cultural.
A partir de 1953 y durante 15 años, Esperanza rentó su teatro al señor Calvet, sin embargo seguía viviendo en el pequeño departamento que construyó dentro del recinto, el cual llamó “mi novio ingrato” , por el amor incondicional que le tenía a su coliseo.
El 8 de noviembre de 1962 Esperanza murió, siendo velada en dicho recinto y heredándolo a varios sobrinos. El inmueble sufrió una etapa de abandono hasta que el gobierno lo compró y lo reinauguró el 1976, esta vez con el nombre de “Teatro de la Ciudad”.
En 1984 tuvo que cerrar como consecuencia de un incendio que afectó la parte superior, abriéndose el 20 de noviembre de 1986 con un homenaje a Pedro Vargas. 10 años después, luego de sufrir un daño en la fachada, volvió a cerrar sus puertas.
En 1987 se convirtió en Patrimonio Cultural de la humanidad por la UNESCO.
El 9 de abril de 2002 volvió a inaugurarse con “Viva la Zarzuela”, a cargo de Plácido Domingo.
Fue en su 90 aniversario, en 2008, con la gala de opereta Un Iris de Esperanza, que le fue devuelto el nombre de su fundadora: Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”.
Como dato curioso, posee mil 344 butacas.
“El Teatro de la Ciudad Esperanza Iris”, un icono cultural de la Ciudad de México.
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