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DESCUBREN RESTOS DE PALACIO DE AXAYÁCATL Y CASA DE HERNÁN CORTÉS, EN EL MONTE DE PIEDAD

Por todos es conocido que el Centro Histórico esconde bajo sus pisos y construcciones coloniales, vestigios prehispánicos, que guardan en sus entrañas más de 500 años de historia. 

Hoy se dieron a conocer interesantes hallazgos bajo el suelo del Monte de Piedad. Uno de los edificios más emblemáticos del primer cuadro de la ciudad. 

Y es que las obras de rehabilitación en este inmueble, han dejado al descubierto, restos de la antigua morada del padre de Moctezuma II, y de una casa construida bajo las órdenes de Hernán Cortés.

Impresionante es imaginar que los pisos de lajas de basalto de las Casas Viejas de Axayácatl, presenciaron  episodios decisivos de la conquista México-Tenochtitlán, como la muerte del tlatoani Moctezuma Xocoyotzin, posiblemente ocurrida, el 29 de junio de 1520, y la recepción de los invasores españoles, que más tarde convertirían el espacio en su cuartel. 

Fotografía: Prensa INAH.

Tras la conquista, los mexicas sobrevivientes fueron obligados a destruir sus templos y palacios, y construir con los mismos materiales, la nueva ciudad. Esto pasaría con las Casas Viejas de Axayácatl, que fueron destruidas para construir la nueva casa de Cortés. Prueba de ello, son dos sillares prehispánicos encontrados, que representan una serpiente emplumada (Quetzalcóatl) y un tocado de plumas, así como otra escultura con el glifo que simboliza el tianquiztli o mercado.

Esta construcción pertenece al periodo virreinal temprano (1521-1620 d.C.), fue habitada por el conquistador por algunos años, que más tarde se convertiría en la sede del primer Cabildo de la Nueva España (hacia 1525) y del Marquesado del Valle de Oaxaca; título nobiliario que se dio a Cortés, para hacerse cargo de una especie de gobierno, concedido por sus servicios a la Corona española, en 1529.

Fotografía: Prensa INAH.

A la muerte del conquistador, en 1547, sus descendientes mantuvieron la propiedad, pero más tarde, las casas y el extenso terreno quedaron en manos de un apoderado legal y en 1836,  fueron vendidas al Sacro Monte de Piedad.

En el comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se informa que las intervenciones arqueológicas son encabezadas por Raúl Barrera Rodríguez y José María García Guerrero, y que los materiales diagnósticos, que permiten fechar de forma preliminar estos hallazgos, son restos de cerámica prehispánica y colonial.

Fotografía: Prensa INAH.

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