¿Qué es lo primero que viene a tu mete cuando escuchas la palabra Taxco? Acaso la respuesta fue plata.

Y es que no podemos imaginar la historia y el turismo de este pueblo mágico sin hablar de su historia minera.

Es por eso que este fin de semana, arranca la 88 Feria Nacional de la Plata, promovida por el estado de Guerrero. Un festival cultural destinado a difundir, promover y comercializar la orfebrería.

Del 29 de noviembre al 6 de diciembre, podrás disfrutar de eventos artísticos de entrada libre, conferencias, charlas y talleres. ¿suena bien verdad?

Además en este contexto, se realiza el Concurso Nacional de Platería en diversas categorías como joyería, orfebrería, escultura y nuevas tendencias. Entre los reconocimientos destacan: Galardón Nacional de Platería, con un premio de 100 mil pesos, el galardón Gobierno del Estado de Guerrero, con 90 mil pesos y el galardón William Spratling, con 80 mil pesos.

Fotografía: Pixabay.

Un poco de historia:

La historia de Taxco siempre ha estado ligada a la extracción y manufactura de este metal, aún antes de la llegada de Hernán Cortés; aunque inicialmente era utilizada sólo con fines religiosos e incluso domésticos; sin embargo, el año 1929 cambiaría la historia del hoy llamado pueblo mágico con la llegada de William Spratling.

Neoyorquino considerado fundador de la industria platera por ser  el primero en instalar un taller de plata en Taxco; esto en el año 1930, cuando abrió un pequeño lugar experimental en la casa de la Aduana, y el primer taller en forma tan solo un año después en al año 1931, este en el número 23 de la calle “Las Delicias”, el cual inició con un par de orfebres provenientes de Iguala , vendiendo además sarapes de lana, muebles y joyería en plata diseñados por él, estos últimos basados en elementos prehispánicos; iniciando así la enseñanza del oficio platero. Esta, sería la única platería en Taxco durante más de 3 años.

Para 1940 ya reunía más de 300 artesanos, sin que estos fueran suficientes para satisfacer la demanda; algunos de ellos fueron abriendo sus propios talleres, expandiendo lo que hoy conocemos como una gran tradición platera.

¡Allá nos vemos!