Cuántas veces hemos relacionado las famosas cabinas telefónicas como un ícono londinense, pero ¿conoces su historia?
Vamos a remontarnos al siglo XX con la llegada de los primeros kioskos telefónicos a Inglaterra, los cuales solían ubicarse dentro de las tiendas y hoteles. Sería en 1921 cuando se empezarían a estandarizar en color crema.
Pasaron algunos años; y en 1924, la Oficina Postal General (OPG) abrió una convocatoria para elegir un nuevo diseño, resultando ganador Giles Gilbert Scott. Su modelo con techo abovedado que aún podemos admirar en la entrada de la Royal Academy en Londres.
Dicho modelo fue modificado por el mismo Scott por funcionalidad, ya que era considerado caro y pesado, actualizándolo al modelo K6, el tradicional y mayormente conocido que apareció en las calles londinenses en 1935.
Se hicieron 70,000 cabinas telefónicas con una altura de 2.5 metros y 0.9 metros de ancho, puertas de madera y un peso estimado de 750 kilos, por lo que era necesario el uso de grúa para movilizarlos.
En 1968 se realizaría el modelo K8 con tres vidrios enteros en lugar de las pequeñas y cuadriculadas ventanas, esta vez pintadas de amarillo; lo cual no fue de agrado, regresando a su peculiar color rojo.
Estas, empezarían a extinguirse con la extensión del uso de la telefonía celular.
Actualmente se han restaurado algunas de las que quedaban en pie para preservarlas como decoración, exportándolas incluso a otros países.
Conservándolas como un símbolo londinense que llegó para quedarse.
¡Espíritu Aventurero te lleva! Consulta los detalles del tour a Londres aquí.
Quién dijo que para viajar se necesita gastar demasiado. Todo es cuestión de ponerle creatividad…
Oficialmente estamos en la cuenta regresiva para celebrar la navidad. Muchos ya están 100% preparados…
La magia de la navidad llega gratis a la explanada de Bellas Artes, con la…
¿Ya alistaste la decoración navideña? Si aún estás en los últimos detalles, lánzate al Festival…
Estamos a pocas semanas de celebrar la navidad. Días de disfrutar ponche, terminar la decoración…