Muchos hemos escuchado hablar de la imponente Fontana de Trevi en Roma, Italia, pero pocos, conocen su milenario secreto.
Una “ciudad de agua”, el área arqueológica de Vicus Caprarius. Ubicada a pocos pasos de la Fontana, y a más de nueve metros de profundidad, con una extensión de 350 metros cuadrados.
Las obras de renovación del ex cine Trevi entre 1999 y 2001, sacaron a la luz uno de los testimonios más importantes de la ingeniería hidráulica de la época romana.
Vestigios de diversas etapas constructivas, en las que se muestra la reutilización de restos de estructuras preexistentes.
Un vasto complejo de edificios antiguos de la edad imperial como testimonio de la antigua trama urbanística de la ciudad.
Las estructuras más antiguas se refieren a un bloque de posibles viviendas del siglo I, luego la transformación a una casa señorial de mediados del siglo IV, y más tarde un asentamiento medieval con restos de entre los siglos XII y XIII.
El término “Ciudad del Agua” se retoma del elemento que caracteriza al sitio, y de la construcción de un gran depósito de agua en el siglo VI d.C. que alimenta a muchas de las fuentes incluyendo la Fontana di Trevi.
La entrada general tiene un costo de 4 Euros, y se recomienda reservar sobretodo fines de semana y días festivos.
También puedes admirar objetos encontrados durante las excavaciones, como 800 monedas datadas entre el siglo IV y V d.C pertenecientes quizá a un sirviente, jarras, platos de cerámica, ánforas para el transporte de aceite, cuchillos, tenedores, ollas, sartenes, botellas de vidrio soplado, y un peculiar anillo.
Para visitarla sólo busca la calle Vicolo del Puttarello, ahí encontrarás la entrada.
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