FUERTE DE SAN JUAN DE ULÚA: LEYENDAS, PERSONAJES E HISTORIA
El fuerte de San Juan de Ulúa en el Puerto de Veracruz, ha sido testigo de innumerables sucesos históricos que el tiempo se niega a desaparecer.
Transcurría el año de 1518, cuando los hombres del capitán Juan de Grijalva arribaron al Puerto de Veracruz, provenientes de la península de Yucatán. Esto el día del santo del Capitán, el día de San Juan; por lo que la isla recibió este nombre inmediatamente. El nombre de Ulúa fue adoptado por los españoles, al ser un lugar de adoración de los moradores “culhuas”, como llamaban en aquel momento a los mexicas.
En 1535, luego de la conquista española, inició la construcción de la fortaleza por órdenes del Virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza; con el fin de proteger a las embarcaciones españolas de los ataques piratas. Su edificación tardó cerca de 172 años, hasta convertirse en la fortaleza más formidable de su tiempo, que fungió de presidio para militares y prisión desde la época colonial hasta 1915, una de las más crueles del país.
Testigo activo de batallas que le dieron la denominación al puerto de Veracruz de cuatro veces heroico, por las siguientes batallas:
1.Fue tomado por el último reducto español el 26 de octubre de 1821, tras la declaratoria de Independencia Nacional. Las fuerzas navales de México, lograron la capitulación de los españoles en Ulúa el 23 de noviembre de 1825. Fue casi un año más tarde que por decreto, la ciudad obtuvo el primer título de Heroica, el 29 de julio de 1826.
2. Fue el 28 de noviembre de 1838, cuando el Fuerte de San Juan de Ulúa y el puerto, resistieron los ataques de la armada francesa, bajo las órdenes Carlos Baudín, en la llamada “Guerra de los Pasteles”.
3. El 22 de marzo de 1847, el puerto recibió una nueva embestida naval y terrestre, en esta ocasión por la escuadra norteamericana al mando del general Winfield Scott. Es aquí donde Antonio López de Santa Anna perdió una pierna.
4. Los días 21 y 22 de abril de 1914, el Puerto de Veracruz sufrió una nueva invasión norteamericana, la cual se enfrentó con grupos de civiles voluntarios y cadetes de la escuela naval militar que defendieron la integridad de la nación.
Datos interesantes:
Entre sus leyendas, se encuentra la del popular Chucho el roto, quien logró escapar de la prisión, para luego ser recapturado y morir entre sus paredes.
El espacio fue utilizado como casa presidencial temporal por Venustiano Carranza, dejando su función como cárcel en 1915, y convirtiéndose en museo en 1984.
Otros personajes históricos como Benito Juárez, Porfirio Díaz, Fray Servando Teresa de Mier y los hermanos Flores Magón, han formado parte de las anécdotas que encierra este espacio.
El puente del último suspiro fue llamado así, por conducir a los prisioneros a los calabozos de los que jamás saldrían.
El primer faro de México se encuentra aquí, y servía de guía para las embarcaciones.