HISTORIA DE LA CECINA. UN MANJAR DE YECAPIXTLA PARA EL MUNDO
No hay necesidad de seguir una aplicación para llegar a Yecapixtla, es el olor el que te guía hasta el corazón de este hermoso poblado, el aroma a deliciosa cecina que emana de cada rincón.
Yecapixtla es reconocido por la arquitectura del Convento de San Juan Bautista y por la preparación de cecina, y es que basta dar unos pasos en el lugar para encontrar decenas de puestos y establecimientos asándola, para acompañarla después con queso, crema, aguacate, nopales, agua de sabor y sabrosas salsas.
Pero, ¿sabes desde cuándo es un icono de Yecapixtla?
Pues bien, se sabe que la cecina llegó a México entre los siglos XVI y XVII, y que encuentra su origen en la receta del jamón serrano español, con la diferencia de la procedencia del cerdo, preparado con largas y anchas tiras de carne.
La tradición oral dice que antes de la llegada de los españoles ya se consumía carne de varios animales con este procedimiento: conejo, venado y jabalí entre otros, que se secaba bajo el sol para preservarla por más tiempo.
Con el paso de los años, la preparación se estableció sólo con carne de res y cerdo.
Para la llamada cecina natural, la carne es cortada en tiras largas y delgadas, a las que se le agrega sal, para luego ser colgadas; la cecina enchilada, se elabora generalmente con carde de cerdo pre sazonada con chile.
Una tradición heredada y sustento de cientos de familias, que encuentran en el oriundo platillo morelense, la forma de trascender su cultura.
Un comentario en “HISTORIA DE LA CECINA. UN MANJAR DE YECAPIXTLA PARA EL MUNDO”