¿Quién no ha llevado una salsita Valentina en la maleta cuando sale de viaje al extranjero? 

Porque los mexicanos no sabemos vivir sin salsa, te contamos la historia de este famoso básico de la despensa mexicana. 

Desde tiempos prehispánicos, uno de los condimentos más valorados por sacerdotes y nobles, fue el chile. Cuenta la tradición oral que en los años 50s, Gilberto Reyna, habitante de Tamazula de Gordiano, elaboraba una deliciosa salsa llamada El Torito, la cual vendía sin marca a las comunidades cercanas; inspirando así a Manuel Maciel Méndez, a elaborar la suya con recetas familiares.

El resultado fue la salsa Tamazula, el precedente del producto que hoy conocemos, y una empresa familiar que nacería en 1960, en Guadalajara, Jalisco; lanzando con el tiempo, la famosa Salsa Valentina.

Fotografía: Facebook Salsa Valentina.

Pero, ¿sabes de dónde toma su nombre? De un personaje de la Revolución Mexicana. 

Valentina Ramírez Avitia, fue una mujer soldado, que se unió a las tropas maderistas, vestida de hombre cuando tenía la edad de 17 años, adoptando el nombre de Juan Ramírez, quien incluso alcanzó el grado de teniente, y la cual fue expulsada, luego de ser descubierta por sus trenzas. Murió en 1979.

Fotografía: Facebook Salsa Valentina.

Don Manuel quiso realizar este homenaje a aquella mujer, cuyos restos descansan en la fosa común del panteón civil de Culiacán, Sinaloa.  ¿Lo sabías? México nunca dejará de sorprendernos.