Llegó el momento de colocar la tradicional ofrenda mexicana para conmemorar y compartir, según nuestra cultura con nuestros seres difuntos.
Si bien este concepto nos remonta a los antiguos altares prehispánicos, estas fueron adaptándose a las costumbres europeas que llegaron por medio de los españoles; tomando así la visión de nuestros antepasados sobre las almas que nunca se van del todo, pero adaptando sus costumbres como la forma de cruz, papel picado y otros motivos típicos de la temporada; por lo que los especialistas ubican el origen de esta tradición en la Europa medieval.
Lo cierto es que la hemos adoptado como una tradición mexicana, en la que cada familia coloca su propia versión, de acuerdo a las costumbres y creencias adquiridas; se dice que el 31 de octubre se coloca para las almas de los niños, y el 1 de noviembre a los adultos, las hay incluso de pisos o niveles, con significados diversos; sin embargo, hay elementos básicos que todas las ofrendas deben llevar y son los siguientes. Conoce su significado:
Agua. Representación de uno de los cuatro elementos básicos de la naturaleza, que calmará la sed de las almas viajeras.
Sal. Elemento de purificación, para que las ánimas no se corrompan en su viaje en día de muertos.
Velas. Para alumbrar el camino de las almas de nuestros seres queridos hacia sus antiguos hogares. Para muchas comunidades, es necesario colocar una vela por cada uno de nuestros seres difuntos. También representa otro elemento básico de la naturaleza, el fuego.
Incienso o Copal. Antes del incienso se utilizaba copal para atraer a las almas de los difuntos hacia la ofrenda, es un símbolo de oración y purificación. El copal era ofrecido por los indígenas a los dioses y se utilizaba para limpiar el lugar de los malos espíritus.
Flores de Cempasúchil. Son las más comunes en día de muertos, aromatizan el lugar durante la estancia del ánima. Se suele colocar un camino de pétalos para guiar al difunto a la ofrenda.
El pan. El pan de muerto se ha vuelto parte fundamental de nuestras ofrendas en cualquiera de sus formas y modificaciones.
El retrato del difunto. Pueden ser fotos o incluso retratos dibujados.
Las calaveras de azúcar. En un inicio elaboradas de amaranto y actualmente de otros materiales comestibles, como son chocolate y azúcar; son una representación del difunto a quienes se les dedica la ofrenda, por lo que les es agregado su nombre en la frente.
Papel Picado. Estas multicolores banderitas representan el elemento básico del aire, que a pesar de encontrar el origen de su trabajo en China, llegaron a México en la década de los 30´s, específicamente en San Salvador Huixcolotla, Puebla.
Frutos. Principalmente la caña, ya que para distintas regiones representan los huesos de los difuntos; estos también representan el elemento básico de la tierra.
Dulces Mexicanos. Para las almas de los fieles difuntos.
¡No olvides acompañarle con la comida y bebida favorita de tus seres queridos, así como algunos juguetes para las almas infantiles!
¡Vivamos nuestras tradiciones!
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