Hablar de las calles del Centro Histórico, es hablar de 500 años de historia, anécdotas y leyendas que viven en nuestra memoria colectiva. Vestigios que por instantes parecen guardar momentos de generaciones y generaciones, del ir y venir de enamorados, familias, oficios y tradiciones de un México que se fue y jamás volverá.

Tal es el caso de los oficios que dieron identidad a calles del México que hoy transitamos. Algunos ya extintos y otros tantos aún conviviendo en nuestro andar.

Como la calle de Moneda, por la antigua casa de moneda, la calle de Talavera por la fabricación de la misma, la antigua calle de Plateros por concentrar a los orfebres de la Nueva España y que hoy con el nombre de Francisco I. Madero sigue vendiendo oro, o la calle de Mesones por alojar el primer mesón de la Ciudad de México.

Luego de la caída de Tenochtitlan y el establecimiento de la Nueva España, la ciudad y el comercio retomaron sus actividades, teniendo forasteros con necesidad de pasar la noche en la ciudad y buscando un lugar para descansar y comer un poco.

Siendo así que surgió el primer mesón de la Ciudad de México en lo que hoy conocemos como calle de Mesones. De acuerdo con Salvador Novo en su libro Cocina Mexicana, fue el 1 de diciembre de 1525 cuando se le otorgó la licencia a Pedro Hernández Paniagua, por lo que algunos lo consideran pionero de la hotelería.

Dueño de algunas propiedades, solicitó la licencia para establecer un mesón dentro de su casa, donde los forasteros pudieran descansar y venderles pan y vino entre otras cosas.

Tiempo después se sumarían nuevos mesones de los cuales ya sólo quedan placas por las calles, los cuales no se caracterizaban por ser los más cómodos; se hablaba de camas duras y mala comida en su mayoría.

Cabe mencionar que también en esta calle en el siglo XVI, se estableció la primera casa de citas de la Nueva España, la casa de las Gallas en el número 167.

Actualmente Mesones es popular por comercios y almacenes de venta de papelería; aunque también puedes encontrar venta de instrumentos musicales, en Casa Veekaamp con más de 100 de su apertura, productos árabes,  velas y mucho más.

Historias que cuentan cada rinconcito de nuestra ciudad. ¿Lo sabías?