Segundo festival de Organilleros en la Alameda Central de la CDMX
Fieles testigos del transcurrir de los años, de recuerdos y canciones de un México que se fue y jamás volverá. Son los organilleros, herederos de esta gran tradición que luchan incansablemente por mantener viva su historia.
Del 17 al 19 de mayo, se realizará el Segundo Festival de Organilleros del Centro Histórico, donde se les hará reconocimiento con actividades dancísticas, exposiciones, desfile, presencia de chinchineros, y por supuesto su peculiar música; para reconocer el valor cultural, histórico y artístico de este oficio.
Y qué mejor escenario, que la Alameda Central de la Ciudad de México para realizarlo. Una de las sedes principales de los organilleros. ¿Estás listo para disfrutarlo? Este es su programa de actividades:
Un poco de historia:
Proveniente de Europa, el organillo llegó a México a finales del siglo XIX. Un instrumento que produce sonido con el movimiento de un manubrio, por medio de un cilindro con púas, encerrado en una caja de madera.
Oficio heredado de generación en generación, no solo por el instrumento, pues incluso la zona de trabajo se va cediendo al pasar de los años, por lo que podemos encontrar desde gente muy joven, hasta los que llevan más de 50 años cargando la gran caja de madera.
En sus inicios, el organillero se desplazaba por toda la ciudad, afuera de los circos para acompañar a la rueda de los caballitos, ferias vecinas, jardines y espacios públicos de todo el país, en las que en ocasiones se hacían acompañar de monos adiestrados para atraer la atención de la gente; preservando como recuerdo de aquella época, los peculiares changuitos de peluche.
Como dato curioso, su uniforme fue inspirado en el ejército “Los dorados” de Pancho Villa en honor a un organillero que los acompañaba, además de que su música fue cambiada por canciones como “Adelita” y “Celito lindo”, los organillos los acompañan elegantes en sus camisas rojas.
Aún con su origen alemán, el organillo fue adoptado y preservado como una gran tradición mexicana.
¿Piensas perdértelo? ¡Allá nos vemos!